Este domingo, antes de culminar la misa, el cardenal José Luis Lacunza, obispo de la diócesis de David, Chiriquí, se disculpó con la feligresía por el mal rato que les hizo pasar, tras desaparecer durante dos días y provocar una intensa búsqueda así como la preocupación de todo el pueblo.
"Quiero ofrecerles mis disculpas y pedirles perdón por el disgusto que les causé en días pasados. Sé que pasaron un mal rato. Algunas derramaron abundantes lágrimas. No me las merezco, pero las agradezco", comenzó diciendo en el púlpito.
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“Fue una trastada estúpida, que no las hice cuando tenía 15 años y las he hecho ahora que voy a cumplir 80, qué barbaridad, cuanto más viejo más pendejo. Les pido mis perdones y les agradezco de corazón toda su preocupación”, confesó.
Monseñor además agradeció las muestras de cariño y las oraciones y reiteró sus disculpas por lo ocurrido.
El pasado jueves, tras una denuncia, se dio a conocer que Lacunza llevaba dos días desaparecido, desencadenando una intensa búsqueda por parte de las autoridades, la cual culminó con su ubicación en un pareja solitario, en el distrito de Boquete. Gracias a Dios estaba sano y salvo.
Las autoridades revelaron que la camioneta del sacerdote será examinada minuciosamente por los peritos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses como parte de la investigación.
Al ser encontrado, Lacunza vestía un abrigo tipo buzo de una marca deportiva y pareció sorprenderse cuando los policías lo saludaron y le comunicaron que había un reporte sobre su desaparición. “¿Por qué tanto ajetreo?”, comentó Lacunza en medio del desconcierto.
Hasta el momento se desconoce qué fue lo que provocó que se fuera así y qué hizo durante esos dos días antes de ser encontrado por la Policía.